Levantarse para comenzar un día de compras por la ciudad. Disfrutar de un té, sin prisas. Pensar en lo bien que has descansado, y sentir el placer de disponer todavía de algunos días libres. Prepararlo todo para salir a cenar y probar gastronomía de la mejor calidad. Descubrir a un artista poco conocido y planear en ese momento una nueva escapada para volver a revivir todo lo que unos días en Santiago te pueden ofrecer. Olvídate por un momento del asfalto y disfruta, desde la misma puerta del hotel, de kilómetros de calles empedradas hechas a la medida de tus propios pasos. Estamos ubicados en una de las partes más tranquilas del casco histórico, justo donde lo necesitas. En una zona de Santiago de Compostela donde abundan restaurantes de tendencia, las mejores tiendas y los locales de ocio más vibrantes de la ciudad, sin olvidar los lugares de mayor interés turístico. El edificio que alberga el Altaïr y su diseño consiguen equilibrar tradición y tendencias, inspirándose en la filosofía japonesa wabi-sabi. La esencia de este ancestral arte oriental reside en la mezcla de lo fresco y lo simple (wabi) con la belleza del poso del tiempo (sabi). El resultado es una delicada proporción que transita desde lo rústico a lo contemporáneo, dando lugar a un ambiente cálido, sencillo e imperfectamente hermoso.