Bajo el sol de LEmpordá y el Gironés todo parece más luminoso, los contrastes de los paisajes son su atractivo, y entre tanta belleza se encuentra Madremanya. Este precioso pueblo medieval, edificado completamente en piedra y donde el tiempo parece haberse detenido, alberga un pequeño paraíso donde sus huéspedes son lo más importante: el Hotel El Racó de Madremanya. Tocando las Playas de la Costa Brava, campos de golf, hípicas, ruta daliniana, Girona,
El Racó de Madremanya ofrece ecos del pasado unidos a un estilo contemporáneo y una cuidada decoración en todos sus detalles. Hotel con encanto de 14 preciosas habitaciones (6 de ellas suite) con terrazas, chimeneas, varias salas con agradables rincones, un magnífico jardín y 2 preciosas piscinas: una de agua salada y la otra de agua dulce CLIMATIZADA (climatizada de abril a finales de octubre).