Situado en el corazón de la Dordogne, el Pavillon Saint-Martin debe su encanto a su hermoso edificio del siglo XVI y al pueblo donde se construyó: Souillac, conocida por su hermosa abadía. El hotel ha conservado el carácter auténtico del edificio y lo combina a la perfección con una decoración refinada. Es un destino muy apreciado por los amantes, cada visitante encuentra aquí todo lo que necesita para una estancia agradable.